El Bierzo Digital, Claudia Cabo – 30 de mayo de 2024
El objetivo principal de esta iniciativa es «ver después de unos años cómo pueden tener un desarrollo económico como ha hecho por ejemplo ABA con la manzana reineta o la pera conferencia»
El Bierzo se conoce por muchas cosas, una de ellas es por la cantidad de marcas y sellos de calidad que tiene. Sin embargo, y a pesar de que hay más de 50 hectáreas de olivares en la comarca, todavía no se ha detectado cuál es la variedad autóctona de este tipo de árbol en esta tierra. Es por ello que se ha puesto en marcha un proyecto impulsado en gran medida por Javier Merayo en colaboración con la Universidad de Córdoba y la Asociación Berciana de Agricultores que pretende dar un “impulso al olivo del Bierzo”, tal y como aseguraba la mañana de este jueves el teniente de alcalde de Ponferrada, Iván Alonso.
“Si el Bierzo ya es rico y conocido a nivel europeo por todos los sellos y marcas de calidad, por qué no vamos a aportar nuestro olivo”, apuntaba el concejal, que no ha dudado en lanzar un mensaje a los pioneros de este sector en el Bierzo, animándoles a que la producción “no sea como era en su origen para el culto, sino para el consumo”.
Jesús Merayo es el berciano que está detrás de este proyecto y que de manera altruista ha aportado una finca de dos hectáreas en el alto de San Esteban de Valdueza y de San Lorenzo, en la que se ha comenzado a las seis de la mañana de este mismo jueves una plantación experimental de entre 600-700 olivos. Merayo confiesa que todo comenzó en 2020, año en el que se dieron cuenta de que “el Bierzo tiene tradición de cultivo del olivo y de transformación. Es por eso que decidimos recuperar olivos y catalogarlos, y durante este tiempo crecieron, los mas antiguos tienen más de metro y medio, y paralelamente se han hecho estudios a nivel genético para ver de dónde vienen esos olivos”.
Los resultados mostraron que en el Bierzo habitan olivos “que es la primera vez que sabemos que existen y podemos decir que son autóctonos y también hay olivos del norte de Portugal y Galicia”, adelantaba el precursor del proyecto.
En esta plantación experimental se plantarán especies que “resisten al frío y que nos ha recomendado la Universidad de Córdoba”. El objetivo principal de esta iniciativa es “ver después de unos años cómo pueden tener un desarrollo económico como ha hecho por ejemplo ABA con la manzana reineta o la pera conferencia”, explica Merayo. “Queremos poder decir en poco tiempo qué variedad es económicamente rentable, da unos derivados de aceituna y aceite que pueden ser utilizados y alrededor de esto que no se nos olvide que hay una parte del olivo monumental como puede ser en la Tebaida Berciana donde se pueden hacer esas rutas turísticas”.
Este proyecto se financia gracias a dos ayudas europeas “de muy poquito”, 20.000 euros IVA incluido. La Asociación Berciana de Agricultores también colabora “modestamente” y el resto, otros 20.000 euros, los ha sufragado el propio Jesús Merayo, quien adelanta que “ya tengo reservadas otras 15 hectáreas para que en cuanto se sepa qué olivo resiste en esta zona se planten ahí”.
Por su parte, la profesora de la Universidad de Córdoba, María Isabel Trujillo Navas, ha anunciado que se está liderando un proyecto “importantísimo” a nivel europeo en el que están involucrados cinco bancos del mundo con la idea de “averiguar las distintas variedades de olivos, utilizando protocolos homogeneizados para sacar conclusiones”. De esta manera, los resultados que se obtengan de la plantación experimental en el Bierzo se van a unir a la base de datos de este proyecto a escala europea.
Además de la plantación experimental, este jueves a las 16:00 horas tendrá lugar una jornada del olvido para todas aquellas personas interesadas.
Parque agroalimentario del Bierzo
Por su parte, el director técnico de la Asociación Berciana de Agricultores (ABA), Pablo Linares, ha recordado que “en días como hoy es cuando se ve lo verdaderamente importante que es el parque agroalimentario”. Un proyecto que, en palabras de Linares, “solo aparece en citas electorales y luego nunca más se vuelve a saber nada”.
Este parque agroalimentario englobaría, entre otras cosas, “estas posibilidades de plantaciones experimentales porque ahora mismo hay plantaciones de olivos en el Bierzo”, asegura el director.
“Siempre en una zona con cualidades excepcionales como es el Bierzo, al final tenemos que recurrir a que el agricultor vaya experimentando por su cuenta, arriesgando su capital o su trabajo, o gracias a colaboraciones casi altruistas como la de en este caso Jesús Merayo”, lamentaba Linares. El parque agroalimentario sería la solución para poner fin a esta problemática.
Fuente: El Bierzo Digital
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